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Con sus monumentos emblemáticos, su ritmo trepidante, su espíritu inimitable y su estilo inconfundible, Nueva York es única. Esta fantástica megalópolis, donde el glamour se une al bullicio, ha sido fuente de inspiración para los diseñadores de Winston desde la apertura del primer salón de la Casa en 1932, y ahora vuelve a ser el centro de una nueva generación de joyas legendarias.
Para esta colección, los diseñadores de Winston han explorado todas las oportunidades que ofrece la ciudad, llevándonos en un viaje urbano para descubrir los barrios, los colores y los lugares históricos que han marcado la vida del Sr. Winston.