Este prestigioso trofeo se concede a la mejor película del Festival de Cannes.
En 1997, Pierre Viot, entonces presidente del Festival, conoció a Caroline Gruosi-Scheufele. Seducido y divertido por la creatividad y la energía de la copresidenta de Chopard, le pidió que rediseñara la Palma de Oro.
Entonces propuso una nueva interpretación del famoso trofeo para la película premiada: un tallo delicadamente curvado cuyas hojas parecen haber dejado de moverse, fijado sobre un cojín de cristal de roca en forma de diamante de talla esmeralda. Este precioso detalle confiere a la Palme d’Or un estatus único, ya que la naturaleza nunca da lugar a 2 cristales de roca idénticos…
En el año 2000, se añadieron a este objeto simbólico dos « minipalmas », réplicas idénticas de su famosa hermana mayor, que se concedieron a los intérpretes masculinos y femeninos. Signo de talento y reconocimiento, el emblema del festival de cine más famoso del mundo es ahora inseparable de la historia de la Casa Chopard.